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lunes, 3 de diciembre de 2012

CAMBIO CLIMÁTICO Y HUMEDAES EN ARGENTINA


En los humedales el agua juega un rol fundamental determinando su estructura y sus funciones ecológicas. Por otra parte, los efectos más directos del cambio climático se manifiestan como aumento en las temperaturas y cambios en el régimen hidrológico (precipitaciones, evaporación, escorrentía, etc.). Es por esto que los impactos del cambio climático sobre los humedales podrían ser muy significativos. Entre las tendencias de cambios que se han detectado en las últimas tres o
cuatro décadas en nuestro país, se encuentran las siguientes:

- Aumento de precipitaciones medias anuales en casi todo el país y muy especialmente en el NE y en la zona oeste de la Pampa húmeda.
- Aumento en la frecuencia de precipitaciones extremas en gran parte del este y
centro del país.
- Aumento de la temperatura en la zona cordillerana de la Patagonia y Cuyo con
retroceso de glaciares.
- Aumento de los caudales de los ríos y de la frecuencia de inundaciones en todo el
país, excepto en San Juan, Mendoza, Comahue y norte de la Patagonia.
- Retroceso de los caudales de los ríos cordilleranos en San Juan, Mendoza y
Comahue.
 
Todos estos cambios y las tendencias a futuro pueden afectar a los humedales
produciendo impactos que aún no son del todo bien conocidos y que se encuentran en
investigación, pero cuyo potencial es muy grande, teniendo en cuenta la importancia de
estos ecosistemas para la biodiversidad y las poblaciones humanas.
Sin embargo, es posible esperar que estos impactos se sumen o hagan sinergia con otras amenazas que ya existen y afectan a los humedales,
como por ejemplo, la contaminación, la deforestación, la construcción de obras de infraestructura como represas, terraplenes y diques, la
introducción de especies exóticas, etc. Es por esto que afrontar esta situación requiere evaluar el problema desde un enfoque ecosistémico.


lunes, 26 de noviembre de 2012

Humedales en Argentina



Argentina es un país rico en ambientes acuáticos, pero su distribución no es homogénea. Existe una “diagonal árida” que atraviesa el país de noroeste a sudeste, que divide zonas áridas, como la puna y la estepa patagónica, de otras con una gran riqueza de humedales como la ancha franja de la Mesopotamia, con ríos, esteros, lagunas, etc., vinculadas a la Cuenca del Plata. Argentina posee seis grandes regiones de humedales:  Cuenca del Plata, Chaco, Pampas, Patagonia y Puna. El sexto es la Zona Costera Patagónica. 
CUENCA DEL PLATA: Es la principal cuenca hídrica de la Argentina. Se desarrolla en un territorio predominantemente llano, de clima benigno y suelos fértiles. Reúne la mayor concentración humana e industrial del continente, incluyendo las principales ciudades de Brasil y Argentina. También importantes áreas de desarrollo agrícola. 
CHACO: Es una gran  planicie en la que dominan los bosques xerófilos y las sabanas húmedas y semiáridas. Las precipitaciones disminuyen de este a oeste y presentan un régimen estacional, con mayores lluvias en verano y un período seco en el invierno. Posee una gran abundancia y diversidad de humedales. Se caracteriza por la presencia de un gran número de depresiones naturales que originan lagunas temporarias y 
permanentes. 
PAMPAS: La región de las Pampas está constituida por una extensa planicie salpicada de lagunas de agua dulce o salobre, en general de escasa profundidad. Además de las lagunas permanentes o semipermanentes, se generan en la zona una enorme cantidad de cuerpos de agua temporarios que tienen un papel  fundamental para la fauna regional, así como para la recarga de las napas freáticas y distribución de nutrientes.  Implementación de la Convención Ramsar en Argentina 
La República Argentina aprueba la Convención sobre los Humedales en el año 1991ª través de la sanción de la Ley 23.919, que entró en vigor en septiembre del año 1992 luego de depositado el instrumento de 
ratificación.  
Principales acciones a nivel nacional: 
1) Designación de Humedales de importancia internacional. 
2) Asistencia para la planificación y monitoreo del manejo de los Sitios 
Ramsar. 
3) Articulación de acciones con otros organismos. 
4) Evaluación y presentación de proyectos sobre conservación de 
humedales. 
5) Capacitación 
6) Comunicación, educación y concienciación del público.  Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación
PATAGONIA: Incluye extensas zonas áridas, como la estepa patagónica, y también áreas con altas precipitaciones en los bosques andino – patagónicos.
 Entre los humedales de ésta región se destacan los enormes lagos de origen glaciario, ríos 
y arroyos de deshielo, lagunas de estepa, mallines, vegas y turberas. 
PUNA: Esta región incluye la gran planicie del Altiplano que se extiende entre los 3.500 y 4.500 metros sobre el nivel del mar en parte de Perú, Bolivia, Chile y Argentina. Contiene numerosas cuencas endorreicas que forman lagos y salares de diverso tamaño, que constituyen parches de hábitats
acuáticos en una matriz desértica.  
ZONA COSTERA PATAGÓNICA: La costa patagónica constituye uno de los segmentos costeros más largos y relativamente bien conservados del mundo, con 
aproximadamente 3.400 km de extensión, desde el Río Colorado hasta el Canal de Beagle. El ecosistema marino patagónico es altamente productivo y económicamente importante y parte de él ha estado expuesto los últimos años a los efectos de un crecimiento demográfico e industrial acelerado.  

lunes, 19 de noviembre de 2012

PRINCIPALES CAUSAS DE LA PERDIDA DE HUMEDALES


Los principales generadores de la pérdida y degradación de los humedales son:


• PERDIDA DE HABITAT por la conversión de humedales para la agricultura y el desarrollo urbano e industrial.
• EXTRACCIONES EXCESIVAS DE AGUA DULCE  especialmente para la
agricultura de regadío, pero también para otras formas de agricultura y
necesidades domésticas e industriales.
• SEDIMENTACION en zonas costeras debido al caudal procedente de ríos
cargados de lodo.
• INTRODUCCION DE ESPECIES INVASORAS sea accidental o
deliberadamente, ponen en peligro la abundancia y supervivencia de las
especies nativas. Por ejemplo: el mejillón dorado procedente de Asia y que
actualmente se encuentra distribuido en la Cuenca del Plata, afectando
comunidades acuáticas y obras de infraestructura.
• CONTAMINACIÓN  a través de las aguas de escorrentía agrícolas que
introducen pesticidas y fertilizantes en los ríos,  de los desechos
industriales tóxicos que llegan a los cursos de agua, y también a través de
desechos humanos sin tratar o parcialmente tratados.
• SOBREEXPLOTACION  por la captura de pescado, moluscos y crustáceos, y
la recolección de algas marinas, madera de los humedales, etc.
• CARGA DE NUTRIENTES de nitrógeno, fósforo y otros productos químicos,
provenientes principalmente de la agricultura, pero también de residuos
domésticos.
• CAMBIO CLIMÁTICO en gran medida debido a las emisiones de dióxido de
carbono y otros gases de efecto invernadero de origen humano y a los
cambios en el uso de la tierra.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Foro sobre humedales en Argentina


La República Argentina aprueba la Convención sobre los Humedales (también conocida como Convención de Ramsar) en el año 1991 a través de la sanción de la Ley 23.919, que entró en vigor en setiembre del año 1992 luego de depositado el instrumento de ratificación. La Convención sobre los Humedales es un tratado intergubernamental aprobado el 2 de febrero de 1971 en la ciudad iraní de Ramsar, relativo a la conservación y el uso racional de los humedales. La Convención entró en vigor en 1975 y en la actualidad más de 100 países de todo el mundo han adherido a la misma.
En el año 1994 se crea en nuestro país el Comité Nacional Ramsar por Resolución de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente Humano de la Nación, actual Secretaría de Desarrollo Sustentable y Política Ambiental, para coordinar y asesorar en relación a la aplicación de la Convención sobre los Humedales en la Argentina. El Comité está integrado por la Subsecretaría de Ordenamiento y Política Ambiental a través de la Dirección de Recursos Ictícolas y Acuícolas, que tiene a su cargo las funciones ejecutivas dentro del Comité, la Administración de Parques Nacionales, la organización Humedales Internacional - Américas, el Grupo sobre Humedales del Comité Argentino de UICN y las Provincias que incluyen Sitios Ramsar en su territorio (para más información sobre qué son los humedales, la Convención de Ramsar y su aplicación en la Argentina, se puede consultar la página web de la Dirección de Recursos Ictícolas y Acuícolas : www.medioambiente.gov.ar/areas/driya/default.htm ).
Como uno de los resultados surgidos en el Curso sobre Conservación y Uso Sustentable de Humedales organizado por la Dirección de Recursos Ictícolas y Acuícolas en octubre de 1998 (en el que participaron representantes de las administraciones de recursos naturales de casi todas las provincias de nuestro país, el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Prefectura Naval Argentina y Gendarmería Nacional, entre otros organismos) se hizo evidente el interés de muchos de los participantes en mantener los vínculos entre los técnicos y profesionales que trabajan por la conservación y uso sustentable de los humedales de nuestro país.
Para contribuir a dicho fin la Dirección de Recursos Ictícolas y Acuícolas ha propuesto la creación del Foro sobre Humedales de la Argentina. El objetivo de este foro es facilitar el intercambio de información, experiencias, consultas y novedades relativas a la conservación y uso sustentable de los humedales de la Argentina entre los técnicos y profesionales que trabajan en estos temas.
El Foro sobre Humedales de la Argentina consistirá en el intercambio de información sobre conservación y uso sustentable de los humedales de la Argentina vía correo electrónico entre los técnicos y profesionales que trabajan en este tipo de ecosistemas que deseen participar en el mismo.
Para participar en el Foro sobre Humedales de la Argentina debe realizarse lo siguiente :
  • Enviar un mensaje solicitando la inclusión en el foro a la cuenta de correo electrónico del foro que administra la Dirección de Recursos Ictícolas y Acuícolas :
    driya-ramsar@medioambiente.gov.ar 
  • Es de interés asimismo recibir una breve descripción del lugar de trabajo y actividades vinculadas a los humedales que realice el interesado en participar en el foro.
Todas las personas que participen en el foro podrán enviar mensajes por correo electrónico sobre la temática de conservación y uso sustentable de humedales de la Argentina, a fin de que sean distribuidos por esa misma vía a todos los participantes en el mismo.
Para que un mensaje sea distribuido a todos los participantes en el foro debe realizarse lo siguiente :
  • 1) El mensaje debe remitirse a la cuenta de correo electrónico del foro :
    driya-ramsar@medioambiente.gov.ar
  • 2) El mensaje debe decir al inicio del mismo :
    "Para ser distribuido en el Foro sobre Humedales de la Argentina"
Todos los mensajes recibidos de esta forma vinculados con la temática de conservación y uso sustentable de los humedales de la Argentina, serán reenviados a todos los demás participantes en el foro.
Para dejar de participar en el Foro sobre Humedales de la Argentina debe realizarse lo siguiente :
  • Enviar un mensaje solicitando ser removido del foro a la cuenta de correo electrónico del foro:
    driya-ramsar@medioambiente.gov.ar
El objetivo del foro es que sirva como un canal de comunicación e intercambio de información entre los que trabajan en conservación y uso sustentable de humedales. En este sentido todos los mensajes vinculados con dicha temática son bienvenidos. Los mismos pueden incluir :
  • Avisos y anuncios sobre cursos, eventos, congresos, etc. vinculados con el tema.
  • Noticias y experiencias sobre el tema que puedan resultar relevantes para otros profesionales.
  • Consultas sobre temas vinculados a humedales que pudieran ser evacuadas por otros participantes en el foro.
Se solicita que los mensajes para redistribuir al foro no sean excesivamente largos y no tengan attachments para facilitar su recepción por parte de todos los participantes. En el caso de que se desee dar difusión a un documento muy largo se recomienda enviar al foro un resumen del mismo, junto con la dirección electrónica a los interesados puedan solicitar el documento completo en forma particular.
Para responder un mensaje recibido a través del foro, debe tenerse en cuenta :
a) si la respuesta puede ser de interés general, la misma puede ser canalizada por el foro para que la lean todos los participantes en el mismo, de la misma forma en que se envían todos los mensajes al foro, o con el botón Reply o Responder.
b) si la respuesta es de tipo personal, debe ser remitida directamente a la dirección de correo electrónico de la persona que remitió el mensaje al foro, y NO a la dirección de correo electrónico del foro NI con el botón de Reply Responder.
La función del administrador es redistribuir los mensajes recibidos a todos los participantes en el foro, por lo que los hechos y opiniones contenidos en los mensajes no representarán opiniones de la Dirección de Recursos Ictícolas y Acuícolas, ni tampoco se garantiza la veracidad de los mismos.
Se espera que el foro contribuya al intercambio de información sobre humedales de la Argentina con el fin de propender a su conservación y uso sustentable. En el caso de que se reciban mensajes que por su contenido se alejen de los objetivos del foro, el administrador se reserva el derecho de no reenviar tales mensajes.

lunes, 5 de noviembre de 2012

¿Qué poblaciones viven en el ecosistema Humedal? Fauna

Otros ejemplos importantes de fauna de los humedales costeros son los flamencos, que viven en la franja costera de la Península de Yucatán, las tortugas marinas que desovan en las barras arenosas, y la rica fauna de los arrecifes poco profundos, cuya diversidad de corales, esponjas y peces es muy importante y de enorme belleza.
Para terminar de ilustrar la flora y fauna de los humedales, así como hay humedales costeros también existen los humedales en tierras interiores, como lo son las ciénegas de Lerma en la franja oriental de Toluca, Estado de México. Los humedales interiores son muy importantes pues proveen lugar de reposo para aves migratorias que vienen desde Canadá y los Estados Unidos. También son hogar de varias especies de patos silvestres. Dado que muchos humedales interiores son lagunas aisladas geográficamente, son lugar en el que evolucionan especies únicas y particulares a cada zona. En Lerma, este es el caso del ajolote de Lerma o la mascarita transvolcánica (pequeña ave local). La vegetación de los humedales interiores se caracteriza por tulares extensos y en los bordes del humedal árboles que juegan una función de protección. La vegetación acuática también es interesante, pues incluye algas de agua dulce y plantas con flor como las ninfas. El ambiente acuático también permite el desarrollo de peces, muchos de ellos únicos o endémicos.
Los más característicos son:
Mamíferos: Jaguar, ocelote, coyote, manatí, venado cola blanca, mapache.
Reptiles: Boa, iguana, víboras acuáticas, tortuga lagarto, cocodrilos, viboras raneras.
Aves: Patos, aves migratorias, garzas, cormoranes, fragatas, ibis, aves playeras y de manglar, pájaro espátula, palomas, pelícanos, flamencos, cingüeñas.
Anfibios: Sapos, salamandras, ranas.
Peces: Pejelagarto, mojarras.
Insectos: Libélulas, mariposas, mantis.
Crustáceos: Cangrejo, cacerolita de mar, camarón, almejas, jaibas.

Plantas: Mangle rojo, mangle negro, mangle blanco, tule, cola de pato, popal. 

miércoles, 31 de octubre de 2012

¿Qué poblaciones viven en el ecosistema Humedal? Flora

La vegetación de los humedales es variada. Dado que los humedales son zonas anegadizas (que se inundan fácilmente o muy frecuentemente) que pueden ser temporales o permanentes y a su vez pueden ser de agua dulce, salobre o saladas, las condiciones ambientales que se producen son variadas, generando una alta diversidad. Por ejemplo, en los pantanos de Centla, punto de desembocadura del río Usumacinta y el río Grijalva, se han identificado 10 comunidades vegetales distintas. Estas comunidades incluyen popales y tulares, que son enormes plantas similares a pastos acuáticos como la caña de azúcar. Los tulares se extienden a través de grandes áreas y proveen hábitat a muchas especies animales. Otro ejemplo son zonas de árboles que constituyen manchones de selvas medianas que están adaptadas a resistir inundaciones temporales. Se calcula que en estos pantanos viven alrededor de 400 especies diferentes de plantas.
Entre las especies más famosas de peces de esa zona está el llamado peje lagarto. Centla también es hogar de especies amenazadas por la extinción tales como el manatí, el mono aullador, tortugas de agua dulce y aves llamadas “chocolateras” de bello plumaje rosado.
Otro ejemplo importante para ilustrar la flora y fauna de los humedales costeros es Marismas Nacionales, en Sinaloa y Nayarit. Aquí, la vegetación es predominantemente de manglar, aunque también existen plantas adaptadas a vivir en dunas o zonas de alta concentración salina. Los manglares son áreas con plantas llamadas mangle de largas raíces y troncos que se extienden desde por debajo del nivel del agua hasta 1 o 2 metros por encima de ella; nacen en aguas saladas poco profundas y producen hojas pequeñas y muy gruesas ya que a través de ellas eliminan las sales que absorben del agua. Existe mangle blanco, mangle rojo y mangle negro, dependiendo de la coloración del tallo. La vegetación en general consisten en especies de plantas que están adaptadas para vivir en zonas costeras inundables con variaciones en salinidad, cambios de nivel de agua y suelos pobres en oxígeno. Esta extensa región, con manglares que cubren una superficie de 113,248 hectáreas, es hogar de grandes animales como el jaguar y el cocodrilo. Adicionalmente, esta región, como prácticamente todos los humedales costeros e interiores, son refugio invernal para miles de especies de aves migratorias. Las aves migratorias vienen la mayoría de Estados Unidos y Canadá para buscar refugio durante los meses de invierno, algunas de ellas para reproducirse. 

miércoles, 24 de octubre de 2012

LAS INUNDACIONES Y LA BIODIVERSIDAD EN HUMEDALES. UN ANALISIS DEL EFECTO DE EVENTOS EXTREMOS SOBRE LA FAUNA SILVESTRE


Los humedales se hallan entre los ecosistemas más productivos y de mayor importancia ecológica
del planeta (Mitsch y Gosselink, 1986). Esto se debe a que gran parte de su superficie está
temporaria o permanentemente anegada o inundada a lo largo del año, lo que determina que
posean una elevada productividad y que desempeñen un importante papel funcional en numerosos
fenómenos y procesos naturales (IUCN, 1990). Por otra parte, albergan una biota particularmente
rica y abundante tanto en especies vegetales como animales, muchas de las cuales constituyen
recursos esenciales para el hombre.
Según la IUCN (1990), las 39 categorías de humedales existentes pueden ser agrupadas en 7
grandes unidades del paisaje terrestre las que, en sí mismas, son humedales o bien donde estos
últimos constituyen un importante componente. Entre ellas se destacan particularmente las planicies
aluviales o llanuras de  inundación de los grandes ríos del mundo.
En sistemas de este tipo, río-planicie aluvial (RPA), el pulso de inundación es el principal factor o
fuerza conductora, responsable de la existencia, productividad e interacciones de la biota
predominante. De acuerdo a las condiciones climáticas, geomorfológicas e hidrológicas que
determinan dichos pulsos, éstos pueden presentar un amplio rango de variación en cuanto a su
duración y  predictibilidad (Junk et al., 1989).
En los sistemas RPA, todos los años se producen uno o más pulsos de agua y sedimentos,
afectando íntimamente la organización de las comunidades naturales (Neiff, 1990; Neiff et al.,
1994). Gran parte de los componentes bióticos de éstas presentan, en consecuencia, adaptaciones
anatómicas, morfológicas, fisiológicas y/o etológicas que les permiten sobrevivir y reproducirse
en dichos sistemas, pudiendo algunos de ellos, ser más o menos suceptibles de acuerdo al tiempo
transcurrido desde el último evento.
En ocasiones, sin embargo, se producen eventos inusuales que presentan características extremas
en cuanto a su intensidad, duración y/o distribución (relacionada, esta última, con la proporción
de superficie afectada). Dichas inundaciones son consideradas infrecuentes (si nuestra escala de
análisis considera ciclos temporales relativamente cortos) y, por lo tanto, no son predecibles
provocando consecuencias catastróficas para el ambiente físico y biológico (White y Pickett, 1985;
Junk et al., 1989).
Desde el punto de vista físico, pueden afectar la composición y la organización del mosaico de
paisaje fluvial, dejando trazas de larga duración en su morfología (Bravard y Gilvear, 1996). Este
hecho puede determinar una modificación profunda del sistema que lo lleve, incluso, a otro estado
con la consiguiente desaparición y/o reemplazo de ciertas comunidades bióticas o de algunas de
las especies que las constituyen.
En este trabajo pretendemos introducirnos en el análisis del papel que tienen los eventos de
inundación regulares y, particularmente, los inusuales, en la organización y estructuración de las
comunidades de fauna silvestre asociadas a los sistemas de humedal. Para ello utilizaremos,
como caso de estudio, lo ocurrido con el evento de inundación de 1982-83 en la zona de islas del
Departamento Victoria (Provincia de Entre Ríos, Argentina).

miércoles, 17 de octubre de 2012

La situación ambiental del área costera de la Bahía Blanca: un análisis cualitativo a través de sus paisajes


Las zonas costeras al ser ambientes donde se manifiestan las interacciones y acciones de dos dominios totalmente diferentes, el marino y el terrestre, poseen una notable riqueza y numerosas ventajas. Es por este motivo que representan uno de los sitios de nuestro planeta más codiciados para la instalación humana. Esto sumado a la fragilidad propia de estas áreas conduce a que los problemas ambientales y las amenazas sean aquí más numerosos.
La franja costera de la bahía Blanca no ha permanecido ajena a esta tendencia. El avance permanente del área industrial y portuaria ha derivado en una degradación importante del medio natural. El paisaje al constituir la parte visible del espacio geográfico se convierte en un objeto de fundamental
importancia al momento de evaluar la situación ambiental de un territorio. Para su análisis se aplicó la metodología propuesta por los autores Bovet Pla y Ribas Vilás, adaptada por los integrantes del Proyecto de Investigación “El desarrollo local en espacios urbanos, periurbanos y rurales del Suroeste
Bonaerense” (Zinger y Otros), perteneciente a la Universidad Nacional del
Sur. Asimismo, a partir de los datos obtenidos se determinaron las zonas de
riesgo y las amenazas bajo las cuales se encuentra el área.


Las diversas ventajas de la zona costera de la bahía Blanca fueron un incentivo para la instalación a fines del siglo XIX y principios del siglo XX de dos importantes puertos: Ingeniero White y Galván. Los trabajos
efectuados a fin de acondicionar el área implicaron una gran transformación del medio natural del área, la cual se vio acelerada por el establecimiento de diversas actividades industriales.
El paisaje al constituir la parte visible del espacio geográfico se convierte en un objeto de fundamental importancia al momento de evaluar la situación ambiental de un territorio, ya que a través de él se pueden identificar problemas ambientales así como determinar zonas de riesgo con mayor o menor grado de criticidad. En el caso de la presente investigación se analizaron los paisajes desde cuatro puntos de observación ubicados sobre la franja costera de la bahía Blanca, con el objetivo de detectar las amenazas y las vulnerabilidades del área, caracterizar el deterioro ambiental, reconocer los conflictos ambientales que afectan al sector y confeccionar la cartografía de síntesis que facilite la toma de decisiones en la mitigación y prevención de riesgos.
La metodología empleada corresponde a los autores Bovet Pla y Ribás Vila, adaptada por los integrantes del Proyecto de Investigación “El desarrollo local en espacios urbanos, periurbanos y rurales del Suroeste Bonaerense” (zinger y otros), de la Universidad Nacional del Sur.

miércoles, 10 de octubre de 2012

EL VALOR DE LOS HUMEDALES COSTEROS

Más de un tercio de la población mundial vive en zonas costeras y pequeñas islas, aunque en realidad ellas sólo cubren de manera efectiva el 4% del área continental de nuestro planeta. La densidad de población en las costas triplica la que existe en el interior de los continentes y se está incrementando en forma exponencial. Otro dato a tener en cuenta es que 60 de las 100 ciudades más populosas del mundo se encuentran sobre las costas. Esto demuestra de por sí que existe una fuerte migración desde los campos hacia las ciudades y que esa migración se realiza hacia las áreas costeras de los continentes.
El resultado de este paulatino, pero acelerado, desbalance en la distribución de la población tiene un fuerte impacto sobre la sustentabilidad a largo plazo de los habitantes que dependen de los ecosistemas costeros y de los servicios que ellos proveen, tales como protección contra tormentas, producción pesquera o calidad de las aguas para consumo o entretenimiento. Más allá del consenso que existe sobre la importancia de estos ambientes, la degradación y pérdida de ecosistemas costeros es muy intensa y se incrementa globalmente. Por ejemplo, en las últimas tres décadas se han perdido o degradado el 50% de las marismas, 35% de los manglares y 30% de los arrecifes (fundamentalmente coralinos).
Cuando se consideran los valores intrínsecos de una propiedad se toman en cuenta aspectos tales como la superficie del lote, ubicación y número y calidad de servicios a los que tiene acceso. Cualquiera que haya averiguado o adquirido propiedades en zonas costeras, especialmente en balnearios, puede aseverar cómo los valores se incrementan significativamente con la cercanía al mar. Sin embargo, no ocurre lo mismo cuando se trata de valuar a un humedal costero. Lo que en la zona de Bahía Blanca se denomina comúnmente “cangrejales”, desde un punto de vista inmobiliario, tiene un valor muy por debajo de una propiedad frente al mar en lugares como Mar del Plata, Monte Hermoso o Puerto Madero.
Sin embargo, la relación entre la estructura del ecosistema, su función y su valor económico es un factor esencial cuando se deben tomar decisiones referidas al manejo y ordenamiento costero. Existe una concepción equivocada según la cual un ambiente carente de atractivo turístico o condiciones adecuadas para desarrollos urbanísticos o industriales carece de valor socio-económico, o que éste es despreciable en comparación a los que ofrecen los últimos. Ello se debe a que son muy escasos los estudios que se han realizado a los efectos de evaluar el valor de los humedales costeros.
En numerosos países, particularmente en el sudeste de Asia y en Ecuador, se han eliminado grandes extensiones de manglares para dedicarlas a acuacultura de langostinos. El resultado ha sido desastroso tanto desde el punto de vista ecológico como por las pérdidas económicas y sociales que ello ha significado. Los manglares cumplen un papel de protección costera fundamental, por ejemplo ante grandes tormentas (huracanes, tifones) o tsunamis, y ello es también válido para otros humedales como las marismas o los pastos marinos. De hecho, las zonas más perjudicadas durante el recientetsunami en el sudeste asiático fueron justamente las zonas donde se produjo esa transformación ambiental. Por ejemplo, se demostró recientemente que el valor de la protección costera que dan los manglares aumentan de 0 a u$s 18 millones en relación con el área (de 0 a 10 km2) (Barbier et al., 2008) mientras que el retorno comercial de la cría de langostinos se reduce en u$s 10 millones en el mismo rango de superficial de 0 a 10 km2).
En Argentina, así como en la mayor parte de los países en desarrollo, se le da escasa importancia al valor real de los humedales costeros a pesar de que estos ambientes son el núcleo de la cadena alimentaria para la mayoría de las especies comerciales que se pescan en nuestras costas. El aporte de nutrientes que además realizan hacia la plataforma continental apoyando la alimentación de otras especies es enorme. Sumado a ello, los humedales costeros son de valor como sitios de alimentación de las aves migratorias o bien como sistemas de protección temprana ante el ascenso del nivel medio del mar. En efecto, el mantenimiento de nuestros humedales costeros resulta de vital importancia para evitar la inundación de puertos y ciudades costeras siempre y cuando se permita que ellos crezcan a un ritmo al menos igual al del nivel del mar.
Es lamentable que estos aspectos no sean considerados dentro de los proyectos de investigación en los que la participación de economistas o sociólogos especializados en medio ambiente es esencial. Esto es esencial no sólo para definir el valor intrínseco del humedal, sino para definir las posibles estrategias que conduzcan a un mejor manejo y ordenamiento de los humedales costeros. Finalmente, se debe lograr una integración con quienes tienen la responsabilidad de tomar decisiones (legisladores, órganos de gobierno, etc.) a los efectos de lograr las leyes necesarias para alcanzar una adecuada administración de estos ambientes.

miércoles, 3 de octubre de 2012

Los humedales y el cambio climático


Todavía faltan unos días pero me pareció un excelente tema como para comenzar el año. La cuestión: el cuidado y la protección de los humedales, reservas de agua vitales para el planeta.
Pattie Rodelli / Proteger
Pattie Rodelli / Proteger
Como seguramente ya saben el 2 de febrero es el día mundial de estos lugares, cuya categoría de protección se denomina sitio Ramsar. Para este año la convención estableció como lema: “Cuidar los humedales, una respuesta al cambio climático” y trata de llamar la atención sobre la relación entre estos sistemas naturales y el cambio global.
Los humedales son valorados como fuentes de agua, recarga de acuíferos, criaderos naturales de peces y reservorios de diversidad biológica y cultural, entre otras irremplazables funciones; ahora necesitan ser reconocidos como aliados indispensables en la mitigación de los impactos negativos del cambio climático sobre las cuencas hídricas y los asentamientos humanos”, señalaron en Proteger, la más destacada ONG argentina en este tema.
  • Los humedales son zonas en las que el agua es el principal factor que controla tanto el ambiente como la vida vegetal y animal relacionada con él. Son de diferente tipo y conocidos con diferentes nombres: esteros, bañados, lagunas, albuferas, arroyos, ríos, islas inundables, madrejones, pantanos, manglares, estuarios, deltas, etc. Pueden ser de aguas saladas, salobres o dulces, temporarios o permanentes. Los humedales son ecosistemas de una rica diversidad y productividad biológica, que albergan especies animales y vegetales acuáticas y terrestres. También son ambientes frágiles y amenazados, actualmente con alto riesgo de deterioro y degradación.
Los humedales ahora necesitan ser reconocidos como aliados indispensables en la mitigación de los impactos negativos del cambio climático sobre los ecosistemas naturales, las cuencas hídricas y los asentamientos humanos en todo el planeta”, señaló Jorge Cappato, director general de Proteger.
Si logramos conservar mejor la integridad de los ecosistemas de humedales y las funciones que gratuitamente cumplen en favor de la sociedad humana, estaremos también mejor preparados para resistir desastres agravados por el cambio climático, como en los casos de sequías extremas e inundaciones extraordinarias, que antes existieron pero que ahora parecen haberse vuelto más frecuentes”, indicó Cappato –quien también es punto focal para la Argentina del programa de Comunicación, Educación y Concienciación Pública (CECoP) de la Convención Ramsar.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Función de los humedales Parte 2

6. Depuración de Aguas: Las plantas y los suelos de los humedales desempeñan una función importante en la depuración del agua eliminando las altas concentraciones de nitrógeno y fósforo y, en algunos casos, productos químicos tóxicos,, asociados comúnmente a la escorrentía agrícola.

7. Reservorio de Biodiversidad: los humedales dan sustento a unas concentraciones espectaculares de especies silvestres dependientes de las zonas húmedas: más del 40% de las especies del mundo y el 12% de todas las especies animales se hallan en los humedales de agua dulce. Mas en general, los humedales se caracterizan por la gran diversidad de especies que viven en ellos.

8. Productos de Humedales: los humedales reportan a los seres humanos diversos otros beneficios que revisten la forma de productos susceptibles de explotarse. El espectro es enorme: fruta, pescado, crustáceos, carnes, cocodrilo y otros animales, resinas, madera de construcción, leña, cañas para construir techos y trenzar, forraje para animales, etc. La explotación se lleva a cabo a todos los niveles – de subsistencia, de industrias artesanales y a escala comercial mayor – en todo el mundo. Los modelos de uso y manejo de los humedales dependerán de las características del humedal.

9. Recreación/Turismo/Educación/Investigaci… Los humedales son lugares ideales para involucrar al público en general y a los alumnos de las escuelas en experiencias prácticas de aprendizaje en un clima eminentemente recreativo, para elevar la conciencia respecto a las cuestiones socio-ambientales. Asimismo son lugares ideales para la investigación científica.

10. Valor Cultural: Con frecuencia los humedales revisten importancia histórica, arqueológica, religiosa o por otros motivos culturales en el plano local o nacional, pese a lo cual es un tema esencialmente inexplorado y mal documentado.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Función de los humedales


1. Control de inundaciones: puesto que actúan como esponjas almacenando y liberando lentamente el agua de lluvia.

2. Reposición de Aguas Subterráneas: muchos humedales contribuyen a recargar acuíferos que almacenan el 97% de las aguas dulces no congeladas del planeta y aportan agua de beber a casi un tercio de la población mundial.

3. Protección contra Tormentas, tsunamis y otros fenómenos climáticos: las marismas salobres, los manglares y otros humedales arbolados sirven de primera línea de defensa, reduciendo la acción del viento, así como de las olas y corrientes.

4. Retención de sedimentos y nutrientes: los humedales tienden a reducir la fuerza del agua promoviendo la deposición de los sedimentos transportados por ella. Los nutrientes van asociados a menudo a sedimentos y pueden depositarse al mismo tiempo. Estos nutrientes, sobre todo nitrógeno y fósforo de diversas fuentes (restos orgánicos, desechos humanos, descargas industriales y agropecuarias), se pueden acumular en el subsuelo, pueden ser transformados por procesos químicos y biológicos o ser absorbidos por la vegetación de humedal. Esta capacidad de retener nutrientes hace que muchos humedales figuren entre los ecosistemas más productivos conocidos.

5. Mitigación del Cambio Climático: los humedales sirven de importantes depósitos (sumideros) de carbono. La degradación de humedales liberaría grandes cantidades de dióxido de carbono (responsable de por lo menos el 60% del efecto de calentamiento) y otros gases de efecto invernadero que contribuyen al aumento de la temperatura mundial.


miércoles, 12 de septiembre de 2012

Los humedales de la costa argentina se lucen en el Calendario Ambiental 2012 de la Fundación Patagonia Natural


Mes de septiembre- Estuario del Río Gallegos
Por décimo novena edición, la Fundación Patagonia Natural ha 
lanzado su calendario ambiental. 5.000 ejemplares recorrerán 
escuelas e instituciones de la costa argentina mostrando la belleza e informando sobre valor natural y ecosistémico de los humedales.


A un año de cumplir dos décadas de edición ininterrumpida, el Calendario Ambiental que cada año crea, diseña y distribuye gratuitamente la Fundación Patagonia Natural, se ha convertido en un clásico esperado por todos. La edición 2012 pone en valor a un tipo de ambiente de suma preocupación: los humedales de la costa argentina.
Los humedales se definen por la presencia de agua. La Convención sobre Humedales los define en forma amplia como: "las extensiones de marismas, pantanos y turberas, o superficies cubiertas de agua, sean éstas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros". En esta definición quedan incluidos todos los ambientes acuáticos continentales y la zona costera marina.
Dado su alto valor ecosistémico su conservación es vital para el sostenimiento de hábitats naturales y para las comunidades. Además de constituirse en reservorios de biodiversidad, los humedales cumplen diversas funciones que repercuten directa e indirectamente sobre nuestras comunidades y nuestra calidad de vida. Algunas de ellas son  control de inundaciones, reposición de aguas subterráneas, estabilización de costas, protección contra tormentas, retención y exportación de sedimentos y nutrientes, mitigación del cambio climático y depuración de las aguas.
Pese a su importancia, estos ambientes se están degradando año a año, en gran parte debido a las actividades relacionadas con el rápido desarrollo costero y el aumento de las actividades económicas deficientemente controladas.
Por estos motivos, la FPN ha apostado este año a divulgar en su Calendario las particularidades que hacen a los humedales, ecosistemas de gran importancia para la conservación. De esta manera, los meses del año se encuentran representadas por las Áreas Protegidas Reserva Mar Chiquita (Buenos Aires), Estuario Bahía Blanca (Buenos Aires), Bahía San Blas y Anegada (Buenos Aires), Reserva Punta Bermeja (Río Negro), Caleta Los Loros (Río Negro), Bahía San Antonio (Río Negro), Península Valdés (Chubut), Cabo Dos Bahías (Chubut), Estuario del rio Gallegos (Santa Cruz), Ría Deseado (Santa Cruz), Reserva Costa Atlántica (Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur), e Islas de los Estados (Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur).
Todos estos sitios se encuentran expuestos por las excelentes fotografías aportadas por Florencia Belenguer, Luis Bala, Santiago Imberti, Ricardo Delfino Schenke, Pablo Petracci, Guillermo Harris, Griselda Sessa, Vicky Cortés, César Urrutia y Jorge Combina.
Manteniendo el mismo esfuerzo de cada año, la tirada de 5000 ejemplares será distribuida a todas las escuelas de la Patagonia, y a las de la costa bonaerense, además de instituciones vinculadas al turismo, la cultura y los gobiernos a escala municipal, provincial y nacional.
La Fundación Patagonia Natural se complace en poder satisfacer la demanda de sus socios, amigos, periodistas, y principalmente, los maestros de escuelas, que reiteradamente solicitan el material. Cabe destacar que este producto fue realizado gracias a la ejecución del Proyecto Sistema Interjurisdiccional de Áreas Protegidas Costero Marinas (SIAPCM), que ejecuta la FPN en casi la totalidad de la costa argentina. Mediante el mismo se trabaja para ampliar la protección y asegurar la conservación de la biodiversidad costera y marina de la Argentina, con un enfoque ecosistémico dentro de un proceso más amplio de planificación para el manejo de los recursos marinos.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Reserva Natural Otamendi


La Reserva Natural Otamendi conserva muestras significativas de tres ecorregiones: el Pastizal Pampeano, Espinal y Delta e Islas del Paraná. Dentro de ellas, se puede observar una importante diversidad de ambientes, tales como la Pampa Ondulada, el Talar de Barranca, el Bañado (compuesto por el Pajonal Inundable, Pastizal Salino y Ambientes de Aguas Abiertas como las Lagunas Grande y del Pescado) y el Albardón Costero que contiene el Monte Ribereño del Paraná o Monte Blanco. De las 3000 Ha. que ocupa la Reserva, aprox. el 90 % son zonas bajas e inundables, por lo que, dada su ubicación geográfica dentro de la zona más densamente poblada del país, presenta una enorme importancia como humedal. La Reserva es un AICA (Área de Importancia para la Conservación de las Aves), un Área Valiosa de Pastizal y fue declarada Sitio Ramsar el 22 de marzo de 2008 “Día Mundial del Agua”.
Se encuentra ubicada en el Partido de Campana, Provincia de Buenos Aires, a orillas del Río Paraná de las Palmas, a la altura del Barrio Las Colinas de Otamendi.

ACCESOS: Por la Ruta Nacional Nº 9, (desde Bs. As. ramal Campana) se accede al Barrio Las Colinas de Otamendi, ubicada en el Km 67.500, entre las ciudades de Campana, al norte, y Belén de Escobar, al sur. Por la calle Cordero del Barrio, luego de recorrer aproximadamente 1 km, se llega a la portada de la Reserva Natural Otamendi. También se puede llegar por ferrocarril tomando la línea Mitre desde la Terminal de Retiro hasta la Estación Otamendi, previo transbordo en Villa Ballester. Circulan diferentes compañías de ómnibus, la empresa Chevallier Metropolitana (sale de Once) con servicios regulares a Zárate, y la línea de colectivos 430 (que realiza el recorrido Ing. Maschwitz – San Martín – Zárate – Ing. Maschwitz) se detienen en el cruce de la Ruta Nacional Nº 9 (Panamericana) y el camino de acceso a Otamendi.

martes, 28 de agosto de 2012

PRINCIPALES CLASIFICACIONES DE HUMEDALES A NIVEL INTERNACIONAL


En una de las primeras clasificaciones, realizada para el inventario nacional de humedales (NWI) de los Estados Unidos. (1979) reconocen cinco sistemas de humedales principales: marinos (humedales costeros), estuáricos (deltas, marismas, manglares), fluviales (humedales a lo largo de ríos y cursos de agua), lacustres (humedales asociados a lagos) y palustres (pajonales, pantanos y turberas). Los mapas realizados bajo esta clasificación tienen una escala 1:24.000 y fueron preparados desde fotografías aéreas. Reconocen los autores que aún en esta escala, que es grande en comparación con los datos derivados de una imagen satelital LANDSAT, algunos humedales y muchas áreas de humedal alrededor de los márgenes no son detectables o mapeables.
El sistema de clasificación de humedales de la Convención de Ramsar (Convención sobre los Humedales), reconoce actualmente 12 tipos de humedales marinos y costeros, 20 de humedales continentales y 10 de humedales artificiales.
Brinson (2004:2) al describir los principios que forman la base de los grupos funcionales de humedales, establece que existen 6 ó 7 clases de emplazamientos geomorfológicos. Estas clases son equivalentes a tipos de humedales: 1) de depresiones o de cuencas; 2) de franjas lacustres; 3) de pendientes; 4) de franjas mareales; 5) fluviales; 6) las planicies húmedas de suelos orgánicos; y 7) las planicies húmedas de suelos minerales.
Al realizar una tipificación de humedales sudamericanos, Neiff (1999) propone un sistema de clasificación que ordena jerárquicamente a los humedales en dos grandes grupos y unas pocas clases, considerando el marco geomorfológico y la relación de anegamiento con los sistemas vinculados al humedal. Divide a los grandes humedales (macrosistemas cuyo principal factor ambiental es el anegamiento y secundariamente la inundación) de los humedales marginales (áreas periódicamente cubiertas por el agua en la vecindad inmediata de un gran cuerpo de agua, y que depende en forma directa de la dinámica de este último). Dentro de los grandes humedales se encuentran los pantanales y los humedales aluviales, mientras que los humedales marginales pueden ser fluviales, lacustres o litorales.
Bucher y Chani (1998) al considerar la distribución de los humedales del Chaco, los incluyen en cuanto a su origen, en tres grandes sistemas: a) humedales originados por cursos de agua provenientes de los sistemas montañosos situados al occidente del Chaco; b) humedales originados por inundaciones provenientes del sistema de los ríos Paraná y Paraguay; y c) lagunas y humedales temporarios originados por precipitaciones locales.
Malvárez (2004) sugiere que el sistema de clasificación e inventario a ser utilizado para los humedales de la Argentina, debiera permitir tanto su utilización como herramienta de planificación y manejo, como profundizar las investigaciones sobre la estructura y funcionamiento de estos ecosistemas.
Según Brinson (2004:2), los complejos de humedales a nivel de macrosistema podrían usarse para identificar áreas o tipos de humedales que están altamente integrados a escala de paisaje. De esta forma, el nivel de organización de macrohumedal podría ser conveniente para inventariar y mapear a escala regional.
Por último y a modo de síntesis general y abarcativa, en el curso-taller “Bases ecológicas para la clasificación e inventario de humedales en Argentina”, los profesionales participantes sugirieron en cuanto al sistema de clasificación a emplear, tener en cuenta algunos requisitos básicos (Malvárez y Lingua, 2004; Bó et al., 2004):
• que el sistema sea jerárquico;
• que contemple la componente funcional de los humedales;
• que utilice términos fáciles de entender;
• que contemple la existencia de denominaciones locales;
• que sea abierto a eventuales cambios;
• que sea fácil de implementar;
• que incluya tanto a los humedales naturales como a los de origen antrópico; y
• que la clasificación cuente con una base científica sólida.
Criterios de clasificación utilizados

martes, 21 de agosto de 2012

Clasificación de humedales


a clasificación e inventario son dos enfoques de una misma tarea de organización de la información, que difieren fundamentalmente en las preguntas que pretenden responder: la clasificación apunta a identificar qué es y cómo es alguna entidad; mientras que el inventario busca determinar dónde está, cómo está y cuánto hay (Nugent, 2004).
PROBLEMAS VINCULADOS CON LA CLASIFICACIÓN DE HUMEDALES
El propósito general de cualquier clasificación es organizar la información existente. En los sistemas naturales es importante adicionar a la clasificación criterios funcionales, porque cuanto más se sepa de su funcionamiento mayor beneficio se podrá obtener al aplicar estos conocimientos a su manejo. Lo importante de la clasificación funcional es que no incurre en el error que conceptualmente se comete en las clasificaciones por regiones geográficas, o biogeográficas (Neiff, 2001). Biogeográficamente, muchos componentes (tanto plantas como animales acuáticos), son transgresivos a las ecorregiones terrestres, por lo que el criterio termina siendo conceptual y operativamente erróneo. Dentro de una misma región geográfica coexisten humedales muy diferentes, mientras que algunos humedales son comunes a muchas regiones distintas (funcionalmente hablando).
La caracterización de los humedales en una agrupación jerárquica y funcional no es para nada sencilla, dada la variabilidad espacial y temporal propia de los mismos. Antes ya de comenzar a elaborar el inventario y la clasificación de humedales, surge el primer problema: poner límites concretos y discretos a un sistema natural, continuo, y que varía en el tiempo y el espacio, ya que según la definición propuesta y la escala de trabajo adoptada, la superficie abarcada por humedales puede ser mayor o menor.
El número de clases o subsistemas dentro de un humedal puede variar ampliamente, dependiendo de características propias como la diversidad de hábitats que presenta el humedal, y de cuestiones ajenas al sistema como la escala de las imágenes satelitales y de los mapas finales sobre los que se realice la delimitación, inventario y clasificación. (Cowardin y Golet, 1995). Al utilizar las convenciones de mapeo, no se pueden incluir todos los detalles y características observables en el terreno. Así, dado que existe un límite tanto del tamaño de la unidad que puede mapearse como del tamaño del ambiente que puede identificarse en una imagen satelital y/o fotografía aérea, la clasificación usada para el mapeo será dependiente de la escala de trabajo. Esta escala dependencia es válida asimismo para los atributos que pueden describir a las unidades identificadas, por cuanto las propiedades emergentes de cada nivel de organización suelen manifestarse en distintas escalas .
Las clasificaciones de humedales (y por ende las comparaciones entre ellos) deberían siempre especificar la escala en que se hacen. En la medida en que ésta pasa de lo local a lo regional, disminuye la percepción de detalles y van quedando los atributos de mayor peso estructural y funcional del paisaje . A este nivel es posible establecer grupos funcionales de tierras húmedas, cuyas similitudes están dadas por los procesos fundamentales que regulan la sucesión natural del sistema en su conjunto.

martes, 14 de agosto de 2012

Humedales del Rio Atuel, reclaman protección


Reclaman al Gobernador Pampeano por la protección de los Humedales. Hay preocupación a nivel internacional  por el avance de la degradación de los Bañados del Río Atuel.
La asociación Alihuen junto a más de 360 instituciones, (ONGs, asociaciones, cámaras, prensa, autoridades, fundaciones, ver anexo) le reclamaron el pasado miércoles 15 de noviembre al Sr. Gobernador de la Provincia de La Pampa, Ing. Carlos Verna una pronta respuesta a la petición que con las firmas de 22.500 (veintidosmil quinientas) personas le entregaron el 31 de marzo del corriente año en la ribereña localidad de Algarrobo del Águila, (Bañados del Río Atuel) Prov. de La Pampa, Patagonia Argentina.
Allí, el 31 de marzo en Algarrobo del Aguila se le solicitó al Sr. Gobernador de La PAMPA que inicie el pedido formal para que los Bañados del Atuel sean incorporados a la Lista de Humedales de Importancia Internacional. Para este acontecimiento y por el símbolo de lucha y perseverancia de los pobladores ribereños de los ríos Atuel, Salado, Chadileuvú y Cura Có, la Asociación Alihuen delegó en el Profesor Pablo Bravo, Presidente de la Comisión de Fomento de Algarrobo del Aguila la entrega del documento y las firmas.
¿Porque nos preocupa conservar los humedales del Río Atuel?
Nos preocupa porque este ecosistema es único y cualquier evento que suceda aguas arriba (corte del río y/o contaminación) lo afecta. Su degradación perjudica directamente al Hombre, su entorno, las especies migratorias y el corredor Biológico del Centro Oeste de la República Argentina, integrado por los humedales de Laguna Brava (Prov. de La Rioja), Lagunas y Bañados de Guanacache (Prov. de San Juan, Mendoza y San Luis), Laguna Llancanello (Prov. de Mendoza), Bañados del Atuel (Prov. de La Pampa), Laguna Blanca (Prov. de Neuquén) y Lagunas del Sur Sanluiseño (Prov. de San Luis) manifestó Leandro Altolaguirre (Ing. Agrónomo, Especialista en Paisajismo y Ambiente y Presidente de Alihuen).
Los humedales son ecosistemas de gran importancia por los procesos hidrológicos y ecológicos que en ellos ocurren y la diversidad biológica que sustentan.
Entre los procesos hidrológicos que se desarrollan en los humedales se encuentran la recarga de acuíferos, cuando el agua acumulada en el humedal desciende hasta las napas subterráneas. Las funciones ecológicas que desarrollan los humedales favorecen la mitigación de las inundaciones y de la erosión costera. Además, a través de la retención, transformación y/o remoción de sedimentos, nutrientes y contaminantes juegan un papel fundamental en los ciclos de la materia y en la calidad de las aguas.
Los humedales generalmente sustentan una importante diversidad biológica y constituyen hábitats críticos para especies seriamente amenazadas. Diversas actividades humanas requieren de los recursos naturales provistos por los humedales y dependen por lo tanto del mantenimiento de sus condiciones ecológicas. Dichas actividades incluyen el manejo de vida silvestre, el pastoreo, el transporte, la recreación, el turismo, la pesca, la actividad forestal y la agricultura.

martes, 7 de agosto de 2012

Los humedales del Chaco. Clasificación, inventario y mapeo, a escala regional


El Gran Chaco Americano es una vasta planicie de más de 1.000.000 km2, de los cuales 60% están en la República Argentina y el resto se distribuye en Paraguay (25%), Bolivia (14%) y Brasil (1%). Por su extensión, es la tercera ecorregión de Sudamérica, precedida sólo por el Amazonas y el Cerrado. Junto con la Selva Paranaense y las Yungas, el Chaco forma parte de las tres ecorregiones de mayor diversidad biológica de la Argentina.
Las precipitaciones siguen un claro gradiente longitudinal, con registros máximos en el este de 1.300 mm, que en el oeste caen a 500 mm. Los valores son marcadamente inferiores en los bolsones áridos del sudoeste de la región. Los humedales chaqueños presentan en general, un ciclo anual de recarga hídrica durante la época lluviosa de octubre a abril, seguido por un período de estiaje que se extiende durante la estación seca de mayo a septiembre. Este régimen es variable en intensidad y duración, asociado a las variaciones pluviales o fluviales. Por ejemplo las crecidas del río Paraguay pueden provocar inundaciones otoñales e invernales (Neiff y Poi de Neiff, 1990). De esta forma, la complejidad hidrológica junto con las características geomorfológicas y climáticas de la región, han determinado la creación de un gran número y diversidad de humedales.

HUMEDALES DEL CHACO HÚMEDO Y DEL CHACO SECO
Toda la región chaqueña posee humedales, la diferencia se encuentra principalmente en los tipos de humedales y en las superficie que cubren en las distintas subregiones. El Chaco Húmedo, al este de la región, concentra la mayor superficie y los mayores porcentajes de humedales. Aquí se dan inmensos humedales de características continuas como los Bajos Submeridionales o la Laguna de Mar Chiquita. También en el este, las planicies de inundación de los ríos Paraguay y Paraná, y lo que Morello y Adámoli (1968) llamaron el “Chaco de esteros, cañadas, y selvas de ribera” presentan desde el punto de vista funcional, un continuum de humedales cuya delimitación es muy compleja.
Por otro lado, el Chaco Seco, al oeste de la región, presenta una menor cantidad de humedales, en número y superficie. En esta porción de la región, los humedales ya no se dan en forma de continuum, sino más bien como elementos, algunas veces aislados otras conectados entre sí, más fáciles de identificar y limitar geográficamente. Estos humedales, si bien ocupan un porcentaje de superficie menor, revisten una gran importancia al considerar el paisaje en su conjunto, como ser el Bañado La Estrella, Laguna Yema, los Bañados del Norte del río Salado y Bañados de Figueroa, el Interfluvio Teuco-Bermejito, el Embalse de Río Hondo, y humedales tan particulares como las Salinas Grandes o de Ambargasta y los Esteros Salobres del Norte de Santiago del Estero.

viernes, 3 de agosto de 2012

PROBLEMAS VINCULADOS CON LA CLASIFICACIÓN DE HUMEDALES


El propósito general de cualquier clasificación es organizar la información existente. En los sistemas naturales es importante adicionar a la clasificación criterios funcionales, porque cuanto más se sepa de su funcionamiento mayor beneficio se podrá obtener al aplicar estos conocimientos a su manejo. Lo importante de la clasificación funcional es que no incurre en el error que conceptualmente se comete en las clasificaciones por regiones geográficas, o biogeográficas (Neiff, 2001). Biogeográficamente, muchos componentes (tanto plantas como animales acuáticos), son transgresivos a las ecorregiones terrestres, por lo que el criterio termina siendo conceptual y operativamente erróneo. Dentro de una misma región geográfica coexisten humedales muy diferentes, mientras que algunos humedales son comunes a muchas regiones distintas (funcionalmente hablando).
La caracterización de los humedales en una agrupación jerárquica y funcional no es para nada sencilla, dada la variabilidad espacial y temporal propia de los mismos. Antes ya de comenzar a elaborar el inventario y la clasificación de humedales, surge el primer problema: poner límites concretos y discretos a un sistema natural, continuo, y que varía en el tiempo y el espacio, ya que según la definición propuesta y la escala de trabajo adoptada, la superficie abarcada por humedales puede ser mayor o menor.
El número de clases o subsistemas dentro de un humedal puede variar ampliamente, dependiendo de características propias como la diversidad de hábitats que presenta el humedal, y de cuestiones ajenas al sistema como la escala de las imágenes satelitales y de los mapas finales sobre los que se realice la delimitación, inventario y clasificación. (Cowardin y Golet, 1995). Al utilizar las convenciones de mapeo, no se pueden incluir todos los detalles y características observables en el terreno. Así, dado que existe un límite tanto del tamaño de la unidad que puede mapearse como del tamaño del ambiente que puede identificarse en una imagen satelital y/o fotografía aérea, la clasificación usada para el mapeo será dependiente de la escala de trabajo. Esta escala dependencia es válida asimismo para los atributos que pueden describir a las unidades identificadas, por cuanto las propiedades emergentes de cada nivel de organización suelen manifestarse en distintas escalas .
Las clasificaciones de humedales (y por ende las comparaciones entre ellos) deberían siempre especificar la escala en que se hacen. En la medida en que ésta pasa de lo local a lo regional, disminuye la percepción de detalles y van quedando los atributos de mayor peso estructural y funcional del paisaje (Neiff, 2001). A este nivel es posible establecer grupos funcionales de tierras húmedas, cuyas similitudes están dadas por los procesos fundamentales que regulan la sucesión natural del sistema en su conjunto.


jueves, 26 de julio de 2012

ECOLOGÍA, GESTIÓN Y MANEJO DE HUMEDALES


Los humedales son considerados importantes reservorios de biodiversidad. Sin 
embargo, los ambientes que más se adecuan a las definiciones de humedales como ser un pajonal inundable, generalmente son los que menor diversidad específica tienen, mientras que 
los que más se apartan como puede ser un bosque de albardón, son los más diversos. Esto plantea una aparente contradicción que merece ser analizada. Cada tipo de humedal, presenta una amplia gama de comunidades a lo largo de su gradiente topográfico, cada una con su composición específica, que suele ser muy diferente entre los extremos del gradiente. Esa gran diversidad ambiental es la base de la característica biodiversidad de los humedales. Así, la capacidad de respuesta a las perturbaciones y disturbios que posee cada uno de los elementos involucrados en un humedal, y el humedal en su conjunto, es de vital importancia a la hora de considerar y valorar su biodiversidad, los posibles impactos y el éxito de las medidas de gestión y manejo que se adopten.
Los proyectos de desarrollo que involucran a los humedales deben ser analizados en el marco de su variabilidad tanto temporal como espacial y no en función del estado hidrológico actual del sistema . Esto es de suma importancia a la hora de establecer criterios para el diseño y la elaboración de obras tales como rutas, puentes, canales, represas, etc., que comprometan la estructura y el funcionamiento de los humedales, o que puedan afectar a futuro a las mismas obras (rotura de terraplenes, asentamientos urbanos en zonas inundables). Asimismo, al evaluar los impactos que una obra puede causar sobre los humedales, se deben tener en cuenta los efectos combinados, aditivos y sinérgicos del total de las obras que afectan a estos ambientes, y no considerar cada obra por separado.
Dada la enorme movilidad y dinámica de los sistemas fluviales chaqueños, y en general, la gran inestabilidad y variabilidad de los regímenes hidrológicos presentes en la región, más allá de la conservación de sitios específicos, es fundamental un enfoque integral y regional en donde se preste especial atención a la dinámica hidrológica de los sistemas en su conjunto.
Es imprescindible revalorizar a los humedales bajo la perspectiva de los servicios que prestan a la sociedad, para que a partir de este conocimiento se puedan analizar alternativas de manejo productivo que sean compatibles con su uso sostenible (Neiff, 2001). En este sentido, la utilización de los recursos de los humedales, en muchos casos se viene realizando bajo prácticas tradicionales y culturales tan importantes de conservar como a los mismos humedales. Este es un gran desafío: lograr que los conceptos de desarrollo social y conservación de los humedales dejen de ser
sólo ideas y se conviertan en hechos reales, tangibles y compatibles.

viernes, 20 de julio de 2012

Guanacache, Desaguadero y Bebedero el gran humedal del desierto


Al Río Desaguadero lo declararon HUMEDAL DE IMPORTANCIA INTERNACIONAL. 
962.370 hectáreas de humedales en pleno desierto argentino. 
Incorporaron junto a Guanacache, al río Desaguadero, arroyo y laguna del Bebedero al SITIO RAMSAR que involucra áreas de humedales de Mendoza, San Juan y ahora de San Luis.
" Más protección de humedales y su biodiversidad natural y cultural para Argentina y el mundo "
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Desde Alihuen reclamanan junto a más de 360 instituciones, (ONGs, asociaciones, cámaras, prensa, autoridades, fundaciones, ver anexo) y mas de 25.000 personas la protección y conservación de los Bañados del Río Atuel en la Prov. de La Pampa, y piden  al Gobernador Carlos Verna que estos humedales sean incluidos como sitios RAMSAR.
Mientras el gobierno de La Pampa no de respuesta a ello y continúe ausente en su obligación de PROTEGER y CONSERVAR sus recursos naturales, los pampeanos no descansaran en Paz.

jueves, 12 de julio de 2012

Nuevas intervenciones sobre las islas ponen en alerta a los ambientalistas.



La imagen no deja dudas sobre la alteración irreversible en las islas y arroyos del Paraná, en la zona del Delta. Foto gentileza “El Paraná No se Toca”.
La imagen no deja dudas sobre la alteración irreversible en las islas y arroyos del Paraná, en la zona del Delta. Foto gentileza “El Paraná No se Toca”.
Rosario, Diario La Capital, 29 julio2012.
- Las organizaciones El Paraná No se Toca y Fundación PROTEGER alertaron sobre el avance de proyectos productivos en islas del Paraná, el Delta y sus humedales, y catalogaron como “tibio e ineficaz” el accionar de los Estados provinciales de Entre Ríos y Santa Fe, y del Estado nacional. En los últimos años los proteccionistas denunciaron el accionar de empresas que modifican las islas para impedir el ingreso de agua y, a través de terraplenes y movimientos de suelo, prepararlos para la siembra o la cría de ganado, y para la temporada de quemas para “limpiar” las islas. “Con el cierre de arroyos, la fragmentación del hábitat y la desvinculación de las lagunas interiores de las islas, que son los grandes criaderos de peces del Paraná, con el curso principal del río estamos sellando el futuro de uno de los humedales más importantes del mundo. A esto debemos sumarle la pesca industrial descontrolada y la destrucción del humedal para explotaciones agropecuarias”, advirtieron desde PROTEGER.

martes, 3 de julio de 2012

Esteros del Iberá, Corrientes.

Ubicado en la provincia de Corrientes, en el noreste de la República Argentina, el ecosistema conocido como Esteros del Iberá debe su nombre a la laguna homónima situada en la zona centro oriental de este inmenso sistema de humedales. La palabra Iberá está formada por dos vocablos de la lengua guaraní: ¨Î¨, agua, que antepuesto a ¨berá¨, brillante, en su traducción al castellano expresa al sitio como ¨el agua que resplandece o brilla¨, nombre que supuestamente le dieron sus originales pobladores guaraníes al observar el brillo chispeante de su superficie. 
Esta peculiaridad es visible en sus espejos de agua durante la aurora o el anocher, cuando la quietud propia de un sistema cerrado, sin corrientes fluviales, se quiebra con la brisa producida por el cambio de temperatura entre la superficie terrestre circundante y el agua de los esteros o lagunas, provocando un movimiento superficial que refleja con efectos muy particulares la luz solar crepuscular. 
Existe sin embargo cierta objeción sobre este origen de la denominación, porque entre los pobladores perdura aún la creencia de que el nombre se debe a la heroica princesa Iberá, la hija del cacique guaraní que se sumergió en los esteros para proteger la dignidad de su cultura .
En realidad este nombre ha ido evolucionando con el devenir del tiempo, ya que existen registros que identifican originalmente al sitio como Esteros de Cará Cará, debido a que en este lugar vivían los aborígenes emigrados de la Misión de Santa Ana por crímenes cometidos, se los conocía por “Caracará”, nombre dado también a un ave de rapiña carroñera: el “carancho”.




lunes, 25 de junio de 2012

Laguna de Rocha -parte 2


¿Cuáles son las amenazas?
Esta amenazada por un Mega Emprendimiento industrial. En el año 1996 Sideco Americana adquiere las tierras por intermedio del entonces Intendente Groppi, con el objetivo de armar un negocio inmobiliario que incluían tres barrios cerrados y Centros de Logística. Del proyecto original solo se concretó el Barrio Mirasoles, en el año 2000, quedando en suspenso los restantes para luego descartarse. Ya en el año 2006, la empresa Creaurban presenta un nuevo proyecto para crear en la zona un Polo Industrial-Logístico-Tecnológico sobre el Humedal, contando con un ficticio aval político y legal. El 30 de diciembre, en sesión extraordinaria antirreglamentaria, Laguna de Rocha pasa de ser Zona de Esparcimiento y Recreación a Zona Industrial, aprobándose en el Concejo Deliberante por mayoría simple, nomenclatura que fue derogada, luego de varias movilizaciones vecinales. Desde el año 2009 el lugar es afectado por el cultivo sistemático cerca de 120 hectáreas de soja y la utilización de agroquímicos, prohibidos en el distrito y afectando directamente la vida de los residentes de los barrios aledaños.
  
¿Qué consecuencias traería la concreción del proyecto?
La irreparable perdida de la biodiversidad y el patrimonio histórico-arqueológico, estarían además acompañados por un incremento de la contaminación en las napas de gran parte de la zona sur del conurbano, así como también por las inundaciones, provocadas por las crecidas de los arroyos Ortega, Guillermina y el Triangulo, debido a la obstrucción de su natural desembocadura, que daría como resultado una precarización de la calidad de vida de los vecinos de Monte Grande y Ezeiza.

¿Intentos de protegerla hubo?
En el año 1996 fue declarado Sitio de Interés Histórico por un proyecto presentado al Congreso por el entonces Diputado Alfredo Bravo (Fre.Pa.So.). Es también Reserva Histórica Municipal por la Ordenanza 4627/96 y tuvo dos proyectos para declararla Reserva Natural Provincial. El 22 de septiembre de 2011 obtuvo la media sanción por parte de la Cámara Baja Provincial y espera tratamiento en la Cámara de Senadores.


domingo, 17 de junio de 2012

Laguna de Rocha - Buenos Aires


¿Qué es Laguna de Rocha?

Es un humedal ubicado en Monte Grande, Provincia de Buenos Aires, limitado por la autopista Riccheri, el Río Matanza, Trasradio Internacional y la ciudad de Monte Grande. Tiene una extensión aproximada de 1400 hectáreas de las cuales 300 corresponden a espejos de agua. Abarca nueve ecosistemas distintos, que alojan alrededor de 130 especies de aves, otros tantos de anfibios, reptiles y mamíferos.

¿Qué importancia tiene?

Además de la importancia por la diversidad biológica mencionada, es el último pulmón verde y el único espacio de saneamiento poco afectado de la cuenca Riachuelo-Matanza. Es en este lugar donde se filtran las aguas contaminadas y las lluvias, que recargan el Acuífero Puelche. También es la desembocadura natural de los arroyos Ortega, Guillermina y el Triangulo que purifican sus aguas en este humedal. Cuenta con una rica historia y es de un elevado interés arqueológico.